El salmón es una de las proteínas animales con menor huella de carbono (ver nota), lo que hace de nuestra industria una de las más eficientes y sustentables.
¿Por qué? Los salmones tienen un bajo uso de agua en su producción, además de una alta tasa de conversión y retención de energía, que hacen que requieran menos alimento para crecer, entre otras ventajas.
Nota: la huella de carbono es un indicador que mide el impacto sobre el calentamiento global que se produce como consecuencia de la generación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).